sábado, 7 de noviembre de 2009

AUTOESTIMA INFANTIL



AUTOESTIMA INFANTIL

La autoestima puede ser diferenciada del autoconcepto, que es el conjunto de elementos que una persona utiliza para describirse a sí mismo. La autoestima es la evaluación de la información contenida en el autoconcepto, y procede de los sentimientos de la persona acerca de lo que ella es. La autoestima es el grado de aceptación de nosotros mismos, el grado de estima que profesamos hacia nuestro propio concepto, y esta basada en la combinación de la información objetiva sobre uno mismo y la evaluación subjetiva de dicha información.

La autoestima esta formada por la percepción y el ideal de uno mismo. La percepción de uno mismo equivale al autoconcepto: la visión objetiva de las habilidades, características y cualidades. El ideal de uno mismo es la imagen de la persona que le gustaría ser, el deseo de poseer determinados atributos.

La autoestima es el resultado de la discrepancia entre la percepción de uno mismo (la visión objetiva) y el ideal de uno mismo (aquello que la persona valora, lo que le gustaría ser). Una gran discrepancia supone una baja autoestima, mientras que una escasa discrepancia es indicativo de una alta autoestima (Alice W. Pope, 1996)

La autoestima es una vivencia y juicio de valor sobre sí mismo y sobre las relaciones y responsabilidades para consigo mismo, para con los otros y con el entorno, es decir, tener autoestima equivale a quererse a sí mismo aceptando nuestros propios logros y limitaciones.
Un niño está construyendo al crecer el concepto de sí mismo:
Va formándose una idea de quién es, si gusta o no, si es aceptado o no.
Irá creándose unas expectativas acerca de sus posibilidades.
Se encontrará bien consigo mismo o, por el contrario, a disgusto con lo que hace. Se creará una predisposición a disfrutar con los retos de la vida; o a padecer, a lamentarse, a ver lo negativo.
Puede el niño disfrutar, contemplar la vida desde una perspectiva positiva, de trabajo, con curiosidad, con facilidad para la empatía, desde un punto de vista creativo, intentando superar los problemas o, por el contrario, angustiarse, ser incapaz de ver lo positivo, no enfrentarse a los problemas, no expresar emociones. Estas son las dos posiciones emocionales básicas que descansan en los dos extremos de una autoestima positiva y negativa respectivamente.



¿COMO SE CONSTRUYE LA AUTOESTIMA?


¿CÓMO SE CONSTRUYE LA AUTOESTIMA?

El concepto que tenemos de nuestra valía se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos recogemos durante nuestra vida: creemos que somos inteligentes o “tontos”, nos gustamos o no. Los millares de impresiones, evaluaciones y experiencias reunidos se conjugan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, en un sentimiento de no ser lo que esperábamos.
El concepto del Yo y de la autoestima se desarrollan gradualmente durante toda la vida, empezando en la infancia y pasando por diversas etapas. Cada etapa aporta impresiones y sentimientos. El resultado es un sentimiento generalizado de valía o de incapacidad.
La autoestima se construye a lo largo de la vida. El aspecto personal de un niño tienen un valor para sus padres y entorno inmediato y van a contribuir a la autopercepción que ese niño tenga de sí mismo. Pero es en los primeros años con la experiencia de socialización, cuando los padres enseñan a sus hijos qué conductas son aceptables, cuáles son perjudicables, reprochables, peligrosas y lo enseñan a través de la aprobación o el rechazo, del premio o el castigo.
Lo amenazante es, por su misma naturaleza, no adecuado. Un niño que recibe una cachetada o un insulto de su madre, junto a una tremenda reprimenda, siente profunda e intensamente la retirada de la aprobación materna puede pensar de sí que es malo y que ha sido reprobado. En este caso el niño construye un concepto de sí mismo pobre, desvalorizado.
Un niño que es reconocido, aceptado como es, con su sexo, su aspecto físico, sus habilidades y sus dificultades, y esta información es confirmada una y otra vez por sus padres, hermanos, profesores, etc, está construyendo una suma de juicios sobre sí mismo que contribuirán decisivamente en la construcción de una adecuada autoestima.
Los primeros intercambios de afecto entre el recién nacido y su madre y las formas tempranas de cuidados físicos ya aumentan o disminuyen la autoestima infantil. Se puede considerar un precursor de la autoestima el tener sentimientos corporales agradables, como el sentirse acariciado, mirado, etc. Es por esta razón por la cual uno puede suponer que los orígenes de la autoestima están íntimamente ligados a través de la vida humana con nuestras evaluaciones de lo atractivo de nuestro cuerpo y nuestra cara. La imagen del niño que nace estará asociada a sentimientos de aceptación que le darán al niño la posibilidad de sentirse querido y le proveerán de seguridad.
Por este motivo, diversas enfermedades, entre ellas las malformaciones, amenazan desde temprana edad la autoestima de los niños.

IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA






IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA




La mayoría de los profesionales de la Psicología consideran la autoestima positiva como un factor central en la adecuada adaptación socioemocional.
Los niños que tienen un fuerte sentido de su propia valía son físicamente más sanos, se encuentran más motivados para aprender y progresan mejor. Tienen una mayor tolerancia a la frustración y son más seguros de sí mismos.
El nivel de autoestima que posea el niño determinará su desarrollo afectivo, social e intelectual. La autoestima incide directamente en varias dimensiones de la personalidad infantil: el físico, la dimensión afectiva, dimensión intelectual, dimensión conductual, dimensión social y creativa.
La autoestima puede ser causa y efecto del funcionamiento en otras áreas. Debido a esta interacción entre la autoestima y otras áreas, es importante que las intervenciones abarquen diferentes campos y/ o competencias del niño.

La autoestima:

Favorece el sentido de la propia identidad.
Constituye un marco de referencia desde el que interpretar la realidad externa y las propias experiencias.
Influye en el rendimiento. Condiciona las expectativas y la motivación.
Contribuye a la salud física y al equilibrio psíquico.

La autoestima es necesaria para:

Un desarrollo psicológico normalizado.
Enfrentarse de manera eficaz a los cambios que el crecimiento y el desarrollo imponen.
La persona necesita confiar en su capacidad para enfrentarse a las dificultades. La falta de confianza en las propias posibilidades hará que, probablemente, el niño se demuestre menos eficaz en sus actuaciones y, como consecuencia, su autoestima se vea afectada y disminuya.

CARACTERISTICAS DE LOS NIÑOS CON ALTA Y BAJA AUTOESTIMA










CARACTERÍSTICAS DE LOS NIÑOS CON ALTA Y BAJA AUTOESTIMA








Autoestima alta

Por lo general, los niños con alta autoestima:
· Ganan amigos fácilmente
· Muestran entusiasmo en las nuevas actividades.
· Son creativos, cooperativos y siguen las reglas.
· Pueden jugar solos o con otros, saben defender sus derechos y respetan los de los demás.
· Les gusta tener sus propias ideas, las defienden y mantienen cuando son razonables.
· Demuestran estar contentos, ilusionados, llenos de energía, muestran facilidad en la interacción social.
· Son poco propicios a las situaciones depresivas








Autoestima baja

Por lo general, los niños con autoestima baja , verbalizan
frases como las siguientes:
· “No puedo hacer nada bien” (Impotencia).
· “No puedo hacer las cosas tan bien como los otros” (Minusvaloración)
· “No quiero intentarlo. Sé que no me va a ir bien” (Indefensión, incapacidad)
· “Sé que no lo puedo hacer” (Autonegación)
· “Sé que no voy a tener éxito“ (Anticipación negativa de la realidad)
· “No me gusta mi cuerpo” (Inaceptación psicofísica, baja imagen corporal.)
· “Quisiera ser otra persona” (Busca modelos que imitar, no siempre con valores)

COMO CORREGIR AL NIÑO SIN DAÑAR SU AUTOESTIMA


· ¿CÓMO CORREGIR AL NIÑO SIN DAÑAR SU AUTOESTIMA?

El concepto de sí mismo que tiene un niño está relacionado con la falta o el abuso de la disciplina.
El castigo inconsistente y desmesurado puede ser muy perjudicial para cualquier niño. No obstante, la ausencia de disciplina es otra manera eficaz para dañar la autoestima.Un niño indisciplinado se siente como que no perteneciera a su familia, a pesar del “amor” que le tengan sus padres. Es importante transmitir firmeza en nuestras normas y al mismo tiempo mostrar afecto y comprensión.

Al corregir al niño nuestro objetivo debe ser cambiar un comportamiento no adaptativo y no enfrentarnos al niño.
Ejemplo: Juan nos interrumpe constantemente al leerle un cuento.
1. Describir de manera objetiva la conducta incorrecta con un Ejemplo: "Me has interrumpido cuatro veces"
2. Dar una razón para el cambio. Ejemplo: "Si me interrumpes no puedo seguir contando el cuento"
3. Reconocer los sentimientos, criterios o motivos del niño. Ejemplo: "Entiendo que quieras hacer preguntas"
4. Expresar una formulación clara de lo que se espera de él. Ejemplo: "No vuelvas a interrumpir hasta que termine"
La corrección ya estaría hecha. El proceso, en una situación normal, podría continuar con alguna de las siguientes alternativas según las diferentes circunstancias en que tuviera lugar:
a) No hacer nada más. Se sobreentiende qué va a ocurrir después.
b) Hacer un trato o conceder algún privilegio si lo hace bien.
c) Avisar de la pérdida de beneficios o de una sanción si lo hace mal.



Qué evitar al corregir

· Evitar el lenguaje destructivo.
Ej: "¡Eres un desastre!", "¡Qué guarro eres!"
· Evitar la hipergeneralización.
Ej: "¡Lo haces todo mal!", "¡Siempre eres tú!"
· Evitar el trato silencioso.
Ej: Retirarle la palabra y el afecto, ignorarle, no hablarle.
· Evitar las amenazas.
Ej: "¡Me las vas a pagar!", "¡Te voy a partir la cara!"